Fundamentación y Objetivos


Entendemos participación desde su dimensión política, que es activa y decisoria. Nos referimos a tomas de decisiones compartidas que se dan mediante un proceso activo y dinámico de acceso a información pertinente y formación de un conocimiento, con tiempo suficiente y mecanismos claros, sobre los problemas que atañen a los grupos, personas y comunidades involucradas y sus posibles alternativas de solución. Participación como “medio” consciente y colectivo que tienen las comunidades para dar respuestas a sus problemáticas; pero también y sobre todo, como “fin” en sí mismo, pues es la manera de hacer “más democrática la democracia” y de fortalecer la autonomía y el empoderamiento socio comunitario que hace posible la transformación y creación de los horizontes sociales en los que las personas imaginan y quieren vivir.

En el campo cultural se disputan los significados de la vida social y su consecuente materialización en valores, conductas, formas de producción y de consumo, es el escenario social estratégico desde el que se naturalizan, pero también desde el que se pueden desnaturalizar, las subjetividades que subyacen y dan fundamento a nuestras prácticas sociales y nuestros modos de relacionamiento con los demás, con nosotros mismos y con todas las formas de vida. Desde esta perspectiva, la educación es un proceso permanente en el cual una persona aprende a convivir con otra/s, y al convivir con el “otro” se construyen modos diversos de vínculos, de relacionamientos que posibilitan procesos de formación de intersubjetividades e intrasubjetividades necesarios para transformar críticamente la cotidianidad y los entornos vitales de las personas. De esta manera, la convivencia posibilita transformaciones en los modos de vivir de las personas involucradas y los hacen, progresiva y democráticamente, más congruentes con los modos de vivir de “los otros”. 

En virtud de lo expuesto, las intervenciones educativas y culturales, sean estas estatales, comunitarias o privadas, pueden pensarse desde mecanismos de participación que faciliten a las comunidades apropiarse de los procesos de concientización que emergen de su propia historicidad cultural y, de esta manera, realicen aportes a la construcción de nuevas subjetividades que les posibiliten, cada vez más, la consolidación de relaciones convivenciales. Esto es, acciones culturales y educativas en (y para la) convivencialidad, entendida como el conjunto de relaciones autónomas, saludables y creativas entre las personas y, al mismo tiempo, de las relaciones entre las personas y su entorno, en el cual se incluyen todas las formas de vida.


           Objetivo General

*Visibilizar y fortalecer procesos de participación, gestión y animación sociocultural en distintos ámbitos locales, regionales y latinoamericanos, por medio del reconocimiento y la articulación de experiencias cuyos objetivos y modos de hacer resulten en construcciones convivenciales.

           Objetivos Específicos

*Intercambiar resultados de investigaciones e intervenciones participativas y compartir logros y dificultades mediante la reunión de especialistas de diferentes latitudes, con miras a la formación de actores sociales críticos desde la perspectiva de la cultura y la educación como derechos y escenarios políticos de transformación.

*Compartir creativamente herramientas conceptuales y metodológicas para fortalecer la autonomía y sostenibilidad de los procesos participativos desarrollados por los actores sociales, culturales y educativos participantes en el encuentro.

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